Pensar que décadas atrás, balconear era una estrategia de las jóvenes, mostrarse desde el balcón, atrayendo las miradas de los paseantes, como medio de coqueteo. Práctica hoy en desuso.
Qué es un balcón? del italiano antiguo balcho: viga, cabio, es una especie de plataforma que se proyecta desde la pared de un edificio, sostenido por columnas o ménsulas, y cerrado mediante una balaustrada.
Como alternativa, puede no sobresalir del plano del muro, sino que constituye una superficie abierta de un piso alto, con una balaustrada sólo en el frente, y paredes en los lados.
Tipos de balcones
* Balcones abiertos: sólo cuentan con el antepecho sobre la plataforma pero carecen del cerramiento alzado entre el antepecho y la cubierta.
* Balcones rasos: no sobresalen del muro de la fachada, no existe la plataforma exterior volada. El antepecho cierra la parte baja del vano sin sobresalir en un volumen antepuesto a la fachada.
* Balcones de cajón: surge como una derivación externa de los corredores volados.
* Balcones largos de cajón: galerías corridas abiertas.
* Hay balcones configurados por rejerías de forja de ilimitados diseños, componiendo un paisaje urbano donde el primor del hierro ornamental es la principal decoración de la vivienda. Los diseños son inagotables y la creatividad de los artesanos parece querer competir para no repetirse. Aunque suelen pasar desapercibidos, el observador interesado puede descubrir siempre diseños que nunca antes había observado.
Los balcones deberían ser considerados parte del patrimonio arquitectónico de esta ciudad.
Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?
La piedra desnuda de tristeza agobia,
¡Dan una tristeza los negros balcones!
¿No hay en esta casa una niña novia?
¿No hay algún poeta bobo de ilusiones?
¿Ninguno desea ver tras los cristales
una diminuta copia de jardín?
¿En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín?
Si no aman las plantas no amarán el ave,
no sabrán de música, de rimas, de amor.
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá una clave...
¡Setenta balcones y ninguna flor!
Baldomero Fernández Moreno
a continuación, el mismo poema con música de; e interpretada por A. Piazzolla
En BALCONES I,II, y III, fotografías de balcones de Rosario